En esta
vida todos nos equivocamos, más o menos, esto ya depende de cada uno y sobre
todo de las circunstancias o situaciones que vivimos en cada día. Yo mismo, no
soy perfecto (ni quiero serlo), y me equivoco y mucho (quizás más que nadie) y
a lo mejor todos los días pueda cometer errores, pero eso si intento aprender
de todos y cada uno de ellos para no caer en los mismos.
Porque
en esta vida para aprender hay que caer y equivocarse, pero hay que aprender de
cada caída o error. En la caída hay que sacar fuerzas de donde sea y levantarse
para seguir afrontando cada uno de los obstáculos del camino e ir aprendiendo
de cada caída para no tropezar en la misma piedra, aunque ya se sabe que somos
los únicos que tropezamos dos o más veces en la misma piedra, aunque, a veces,
quizás vale mucho la pena. Puede ser que nos paren la zancadilla y caigamos o
que nosotros mismos tropecemos solos. Pero los errores, aunque depende mucho de
las circunstancias o situación en que se produzcan, suelen ser propios y no
provocados porque cuando se equivoca uno, no lo hace el vecino (aunque algunos
intenten verlo así o que así sea) sino uno mismo.
En esta
vida podemos encontrar y cometer muchos errores y de diferentes tipos, algunos
porque queremos por las circunstancias que sean y otros porque a lo mejor son
inevitables. Algunos de ellos los cometemos por no pararse a pensar muchas
veces en que hemos hecho, estamos haciendo o vamos a hacer. Otros porque quizás
nos enfrentamos a nuevas situaciones para nosotros y no sabemos cómo hacerles
frente, o simplemente tenemos miedo y no sabemos cómo actuar, como reaccionar
ante estas situaciones. En otras ocasiones, también podemos cometer errores por
no crear conflictos o porque pensamos que estamos actuando bien, o simplemente,
porque queremos actuar así. Por eso debemos aprender de los errores, para una
vez superados, no volver a caer en los mismos aunque también es verdad que
alguna vez sean inevitables por su situación, pero la mayoría tienen solución y
aprender de todos ellos es la mejor manera de seguir mejorando en el día a día,
de seguir creciendo como personas y saber poco a poco afrontar las nuevas
situaciones que nos pone delante la vida y cada vez cometer menos errores o
intentar no hacer los mismos.
Además
esta vida es tan “puñetera” que muchos errores los cometemos contra las
personas que más queremos y nos quieren, aunque es lo más fácil a la vez, ya
que son ellas las que nos rodean en el día a día, con las que compartimos
nuestro tiempo, nuestros días, y con las que vivimos muchísimas situaciones,
muchas de ellas nuevas, y nos acompañan en el camino de la vida. Por este
motivo también debemos aprender de los errores, para intentar no volver a dañar
a las personas que queremos y que sobre todo nos quieren, porque no hay peor
dolor que ver a un ser querido sufrir por nuestros errores.
También
podemos cometer otros errores cuando a lo mejor hacemos o no hacemos algo,
decimos o no decimos algo, y luego con el paso del tiempo nos damos cuenta que
en su momento lo hicimos por algo que valía la pena, pero que a lo mejor no lo
volveríamos a hacer por las causas que sean. En cierta medida no son errores
porque son decisiones, que en su momento estaban bien, y porque una decisión u
otra solo nos afectaba a nosotros mismos pero por otra parte los podemos
considerar errores porque quizás no volveríamos a tomar las mismas decisiones
porque, o bien, te das cuenta que no valían la pena, o porque lo hubieras hecho
de otra forma o simplemente porque te das cuenta que tendrías que haber tomado
otras decisiones para no dejar un poco de lado algunas cosas. Lo malo de estos
errores es que no te das cuenta de ellos en su momento sino cuando pasa el
tiempo o tienes nuevas situaciones o circunstancias en tu vida y reflexionas
sobre tus acciones o decisiones tomadas. Pero ante todo de eso se trata de
reflexionar y aprender de los errores.
Por
todos estos y más motivos, hay que saber aprender de nuestros fallos para así
no volver a cometerlos e incluso aprender de los errores de los demás para no
cometerlos nosotros porque nunca sabemos qué situación podemos encontrarnos el
día de mañana, y si podemos evitar ciertas cosas que mejor manera de hacerlo
que aprendiendo día a día de la vida y disfrutando de cada una de las hermosas
flores que brillan bajo el sol de cada mañana y florecen a nuestro lado bajo el
manto del cariño, la amistad, la confianza, el afecto y los buenos propósitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario