29 de abril de 2012

El valor del silencio


El silencio como lo define el diccionario significa falta de ruido. Aunque hoy en día es muy difícil encontrar momentos así, y no estoy criticando esto porque sino que sería la vida sin sonidos, y esto incluye las palabras, sería una vida en blanco y negro, como las teles de antes, una vida triste, que aunque el sol estuviera fuera todos los días, no existiría ni el bonito sonido de las olas del mar (no podríamos cerrar los ojos i sentir la brisa del aire acompañada del sonido de las olas rompiendo contra las rocas…), ni el bonito cantar de los pájaros un día de campo, ni muchos otros momentos en los que simples sonidos o palabras alegran cada segundo, cada minuto, cada hora, al fin y al cabo, cada día, y que iluminan de colores nuestras vidas.

Además como he dicho el silencio, incluye que no haya palabras, pero el silencio que yo quiero valorar esto no tendría sentido, no tendría sentido que no hubieran palabras, ya que para que este silencio exista primero deben haber habido palabras, conversaciones y, también muy importante mucha confianza porque es la base de cualquier relación, ya sea de amistad, de amor, o de cualquier otro tipo. Porque del silencio que yo hablo lo definiré en unas simples pero a la vez claras palabras: Uno vale más por lo que calla que por lo que habla.

Estas palabras cobran sentido cuando hay algún tipo de relación de confianza con otras personas, cuando ha habido palabras que no todo el mundo sabe, que a lo mejor solo tú y la otra persona (o circulo de confianza) conocéis. Palabras que pueden tratar de un sinfín de cosas, pero que al fin y al cabo, todas tienen el mismo sentido, y la misma importancia, porque cuando se trata de secretos todos tienen la misma importancia en el sentido de que todos están dichos en la más absoluta confianza de que no serán revelados, porque en el momento que puedan relevarse, perderán sentido como secretos, y seguramente se pierda algo mucho más importante como es la confianza.

Por tanto hay que aprender a valorar la confianza que es algo difícil de conseguir y, sobretodo, de mantener. Y para eso hay que saber cuándo permanecer en silencio porque a veces el silencio puede llegar a valer muchas palabras, porque un silencio puede ser como una imagen, porque ya se dice que a veces vale más una imagen que mil palabras.

Yo he tratado en todo momento de palabras, pero en toda relación del tipo que sea con cualquier persona también hay hechos, acciones, en definitiva, situaciones que deben tratarse como si fuera palabras, secretos, que nunca deben salir del silencio porque se puede llegar a situaciones desagradables. Pero al fin y al cabo uno no debe olvidar que:

Es esclavo de sus palabras y, sobretodo, rey de sus silencios.

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